LA TERAPIA PSICOLOGICA EN CASOS DE VIOLENCIA CONJUGAL
¿Porque la pareja se queda atrapada en conductas productoras de sufrimiento?
Muchas parejas utilizan la violencia como modo de resolución de problemas… ¿Es una buena opción?
Cuando hablamos de violencia conyugal nos referimos a cualquier forma de conducta abusiva entre los miembros de la pareja, conducta en la cual existe un poder desde los más fuertes hacia los más débiles, para obtener su obediencia o sometimiento.
¿Por que surge la violencia?
Cuando un hombre y una mujer conforman una pareja se produce el encuentro de las historias individuales diferentes. Cada uno llega con un equipaje propio de valores y creencias acerca de los conceptos “pareja” y “familia”. Poco a poco la pareja construye un modelo propio, que lo empleará para coordinar sus actividades y guiar sus decisiones, así como la forma de vivir y educar a los hijos.
Las personas interactúan en congruencia con su modelo, y su vida en común evoluciona en forma coherente. Pero a veces, surgen dificultades que acaban con el funcionamiento coherente y equilibrado, llevando al conflicto y desencadenando situaciones violentas.
Existen diversas causas que explican el comportamiento violento: Las dificultades pueden surgir:
- Al no entenderse sobre temas como el manejo del dinero, dedicación y educación de los hijos;
- Diferencia en las prioridades, relaciones con los parientes, relaciones sociales, diferencias culturales;
- Valores individuales opuestos;
- Cambios: cambio de trabajo; de vivienda, de situación económica, enfermedad o pérdida de algún miembro de la familia;
- Tipo de vínculo entre los cónyuges: dependencia de uno de los conyugues;
- Satisfacción sexual, fidelidad, la indiferencia en relación a la pareja;
- Falta de comunicación;
- El pasado: El hecho de haber crecido en un hogar violento o haber sufrido abusos durante la infancia;
- El consumo de drogas o alcohol.
Cualquier otra circunstancia cotidiana que influya directamente en la emocionalidad, creando en la relación un malestar que no puede ser asimilada positivamente. Sin embargo, no hay nada que justifique el comportamiento violento.
¿Por qué se necesita una intervención? Porque cualquier tipo de violencia que vive la pareja tiene efecto destructivo en los vínculos afectivos.